EQUILIBRIO EMOCIONAL, FISICO Y MENTAL
Se consideraba desde hace muchos años que el estado de salud solo estaba basado en la ausencia de enfermedades físicas. Pero a mitad del siglo XX la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dado su definición sobre lo que es el estado de salud en su generalidad, y dijo que no es solamente el estado físico sino también el estado mental y social.
¿QUÉ SON LAS EMOCIONES?
Las emociones son sustancias químicas que nuestro cuerpo produce. Son moléculas, hormonas y neuropéptidos que cuando son liberados viaja por el torrente sanguíneo, llegando a la célula y transmiten un mensaje, y este mensaje cambia la frecuencia eléctrica de la célula y composición química, modificando también su comportamiento. Y tras ello te sientes de determinada forma. De esa manera, las emociones son mucho más que cosas que sientes, son los conductores principales del sistema biológico y orquestan el equilibrio del organismo.
¿CÓMO LIBERAR MÁS HORMONAS PARA SENTIRME BIEN Y MENOS HORMONAS QUE ME HACEN SENTIR MAL?
Se trata de hacer actividades que liberen moléculas asociadas con el bienestar. Las famosas oxitocinas, serotonina, dopamina, endorfina. Por ejemplo: deporte, masaje, músicas, risas, un paseo… Hay muchas cosas de las que se puede utilizar para poder llegar al deseado estado de equilibrio mental. Pero hay una que se destaca: la práctica de la meditación mindfulness. Porque cuando se trata de equilibrio emocional hay algo aún más importante que liberar “hormonas de la felicidad” que es saber transitar los estados emocionales desagradables y complicados.
La razón es que no puedes estar siempre alegre, es prácticamente imposible. Tarde o temprano sucederá algo en tu vida que te hará sentir tristeza, dolor, amargura, culpa, resentimiento. Esas cosas pasarán en la vida lo quieras o no, y si solamente te has dedicado a liberar hormonas de la felicidad, pero no has aprendido a transitar el dolor y el duelo, no sabrás bien como transitar esas emociones difíciles que son comunes en la vida. Con eso podrás vivir un desequilibrio emocional.
El mindfulness te ayudará a transitar esos momentos alegres y los momentos difíciles en armonía. A eso le llamamos de equilibrio.
Mucha gente piensa que el equilibrio emocional es estar siempre alegre y sonriente, también es permitir un flujo abierto de emociones sin caer en respuestas reactivas y caóticas sin perder la cabeza y la compostura.
La clave del equilibrio emocional está en tu mente. Tener la actitud mental adecuada cuando la alegría aparece dejas que se exprese y que sea como es, pero llegará un momento en que la alegría tenga que irse y tú lo permitirás. Si te aferras a ella, estarás bloqueando la red dinámica de comunicación neuroquímica porque no la dejas fluir.
El mindfulness te enseña a crear el estado mental adecuado para que esto sucedo de forma armónica y cuando la emoción negativa aparece haces exactamente lo mismo, te permites sentirla tal y como es. Esto lo logras creando la actitud mental correcta, así cuando la emoción incomoda emerge no la rechazas, pero tampoco te desbordas, permaneces en la actitud resiliente en la que eres capaz de sobre ponerte a tus sentimientos de frustración y tolerar el estrés y la incertidumbre.
Con todo lo dicho, ahora puedes llegar entender mejor que no siempre viviremos con alegría y que no solo existe la felicidad, todo tiene su tiempo y tenemos de vivir de acuerdo con lo que pasamos y sentimos para poder conseguir lograr un equilibrio mental.
Claro que está muy bien hacer cosas que hacen expandir y sentir bien, pero también tienes que entrenar la habilidad de estar con el dolor sin reprimirlo y sin permitir que te despedace y eso es una capacidad mental que puedes aprender si cada día tomas unos minutos para practicar mindfulness, que te enseña a no resistirte a las emociones que te incomodan y no quedarte atrapado en las emociones que te agradan. Permites que las emociones fluyan libremente, sin rechazarlas y sin reaccionar de forma apresurada. Además, liberan tus moléculas beneficiosas, las ponen en acción porque al meditar modificas la frecuencia y amplitud de la respiración y estos liberan opiáceos naturales, así como otras sustancias reguladoras del dolor o antidepresivos naturales.